09 agosto 2009

Un Fantasma...


Las Tinieblas


En las cuevas de una insondable amargura
donde el destino ya no tiene relegado,

y adonde la alegría del sol nunca ha llegado,
a solas con la noche, que es azafata dura,

vengo a ser un pintor al que algún Dios burlón,

en medio de tinieblas, a condenado a pintar,

o cocinero que si quiere algo cenar,
ha de hervir y comerse el propio corazón


A veces brilla, abriéndose lo mismo que una flor,
un espectro formado de gracia y de esplendor.
Al pasar desvaído como un sueño oriental


y cuando ya ha logrado su belleza total,

en la vista, al fin, reconozco a la hermosa:

Es ella! Es ella! Oscura y a la vez luminosa